LA ESTRICTA NORMA PROTOCOLARIA QUE DEBERá CUMPLIR EL HIJO DE KATE MIDDLETON Y EL PRíNCIPE GUILLERMO QUE YA TUVO QUE ACATAR SU PADRE

La casa real británica continúa sin desvelar si Kate Middleton acudirá o no a Wimbledon, aunque todas las voces coinciden en apuntar a que el importante torneo sí contará con la presencia de la futura reina. Mientras se suceden las especulaciones, la casa real británica está inmersa en una crisis institucional caracterizada por las ausencias y la fragilidad que de esto se deriva. 

Mientras Guillermo de Inglaterra y su padre tratan de buscar una solución, ahora se ha desvelado la estricta norma de protocolo que, dentro de muy poco tiempo, determinará la vida del hijo mayor de los príncipes de Gales, Jorge, como futuro heredero al trono. 

Las férreas reglas que Kate Middleton y el príncipe Guillermo imponen a sus hijos

A sus 10 años, el príncipe Jorge todavía no es consciente de las obligaciones y responsabilidades que se le vienen encima. Como hijo mayor de Kate Middleton y Guillermo, el niño está llamado a suceder a su padre cuando este sea rey y no pueda continuar ejerciendo sus funciones. Al pequeño royal le corresponderá entonces continuar con el legado de una de las monarquías más antiguas del planeta. Como futuro rey de Inglaterra, el hermano mayor de la princesa Charlotte de Cambridge, de nueve años, y de Luis, de apenas 6 años, tiene por delante un largo camino por recorrer, tanto educativo como protocolario, que marcará su día a día.

Los tres menores están sujetos a unas estrictas normas, mucho más estrictas que las que siguen el resto de niños de su edad, que deben cumplir a rajatabla. En el caso de Jorge, las pautas a seguir se volverán mucho más rigurosas con el paso del tiempo, sobre todo cuando cumpla la mayoría de edad. Para que todo siga un orden meticuloso dentro del Palacio de Kensington, los futuros reyes de Reino Unido cuentan con la inestimable ayuda de María Turrón, la niñera española que vela porque no haya rabietas ni salidas de tono dentro y fuera de casa. 

La regla de oro de Lady Di que los príncipes de Gales imponen a sus tres hijos

A pesar de las férreas pautas que los príncipes de Gales trasladan a sus hijos, a estos no les falta en ningún caso su cuota de cariño y apoyo. Tanto Kate Middleton como el príncipe Guillermo han querido potenciar y mucho que los niños crezcan en un ambiente sano y repleto de afecto con el objetivo de que nunca se vean en la situación de su padre. Es la llamada regla de oro de Diana de Gales, que choca de frente con la frialdad y protocolo inamovible que caracterizó la infancia y adolescencia del hijo del Rey Carlos III tras el trágico fallecimiento de Lady Di. 

Para el matrimonio, como han confesado en varias entrevistas, es de suma importancia que Jorge, Charlotte y Luis se sientan queridos y sabiendo que pueden hablar de sus sentimientos y emociones abiertamente. Ahora bien, las buenas intenciones de Kate y Guillermo no les exime de tener que imponerle una norma al mayor de sus tres vástagos que no va a poder saltarse cuando llegue el momento, más pronto que tarde. Y no podrá librarse de ella como tampoco pudo su padre cuando era pequeño. 

El protocolo clave que debe seguir el príncipe Guillermo y su hijo para dar continuidad a la institución

Como ya hemos dicho, el futuro de la monarquía británica recae en manos del príncipe Guillermo y, si nada cambia tras su reinado, del príncipe Jorge. Es por ello que todas las precauciones de seguridad son pocas para garantizar que el linaje de los Windsor continúe. En la actualidad, nada le impide al heredero al trono viajar con toda su familia, a excepción de Carlos III, con el que, en ningún caso, puede compartir avión. Así lo ha desvelado 'Hello', que se ha hecho eco de esta norma clave en el seno del Palacio de Buckingham para garantizar la continuidad de la casa real inglesa.

Fue a los 12 años cuando el heredero al trono dejó de volar con su padre. Haciendo los cálculos, a Jorge le queda apenas un año y pocos días (cumplirá once el próximo 22 de julio) para tener que adoptar esta medida. La restricción aplica únicamente al monarca y a los herederos y, aunque se puede romper por expreso deseo del soberano de turno, no se recomienda en ningún caso. El motivo tiene todo el sentido: en caso de crisis, pondría en juego la estabilidad de la Corona

"Después cumplir esa edad, Guillermo tuvo que volar en un avión separado de su familia. Solo podíamos volar los cuatro juntos (Diana, el rey Carlos, Guillermo y Harry) cuando los niños eran pequeños y solo con el permiso escrito de Su Majestad, la Reina Isabel II. Cuando Guillermo cumplió 12 años, volaba normalmente en un 125 y nosotros volábamos en el 146 con los otros tres miembros de la familia real", ha revelado a la revista el expiloto de Carlos III, Graham Laurie, sobre el momento exacto en el que Guillermo, como le sucederá a Jorge, dejó de volar con los suyos.

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