EN EL FUTURO SEREMOS UN OBJETO RETRO: LA CLAVE DE CRIS ZURUTUZA PARA ENCONTRARLE BRILLO A LO COTIDIANO
Levantá la vista y mirá a tu alrededor. Revisá cada uno de los dedos de tu mano, tus codos, tu ropa. Tocá tu pelo, dale una seca a esa tuca. Pensá en lo que te gusta, en lo que te hace sentir cómodo: el tiempo se quema a lo bonzo. Por eso, hoy, ahora mismo, en el preciso instante en que estás leyendo estas palabras, segundo tras segundo, vos también te estás convirtiendo en un objeto retro.
Somos una colección de hábitos, momentos, lugares, formaciones y vivencias. Entonces, si nuestra vida está plagada de gestos de otros tiempos, con ese envión, tampoco es para espantarse tanto.
“Yo lo veo como algo positivo. El lenguaje que usamos tiene esas marcas. Todo hace a la identidad, a lo que nos hace únicos: objetos preciosos protagonistas de historias”, dice Cris Zurutuza, autora de En el futuro seremos un objeto retro, libro de ficción de una de las agentes de prensa (de cine) más resonantes (¡y queridas!) del país.
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Estamos delante de un libro de cuentos para adultos. De una colección de historias simples, habitadas por personas sencillas, que viven días sin sobresaltos pero cuyos rituales cotidianos tienen condimentos curiosos. Y ahí, en esa mueca, es donde se posa el Peak of the Week, la agenda cultural de El Planteo, para sentirse en sintonía y recomendar En el futuro seremos un objeto retro.
“Los rasgos que caracterizan a los personajes los vuelven coloridos. Tienen algo de ‘raro’ que nos resulta familiar a la vez”, detalla Zurutuza.
Forjada en una escritura informativa-comunicacional, Cris lleva consigo el arte de la pluma y, en sus piruetas, comprime huellas de la crónica periodística. Además, como deformación profesional, también carga consigo un ritmo marcadamente cinematográfico.
Cursó con el master of horror Alberto Laiseca y con él perdió el miedo a la hoja en blanco: “Se me fue la solemnidad al acto de escribir historias”. Y encontró su estilo y sus tópicos en el taller de escritura de Eduardo Abel Giménez. De hecho, de aquel taller surgió su primera novela: La Vida Láctea.
Asidua lectora de literatura argentina, en los últimos tiempos se acercó a Santiago Craig, Dolores Reyes, Federico Falco, Alejandra Kamiya, Selva Almada, Julián López. “La lista podría ser muy larga”, asegura.
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¿Y de afuera? “Me siento más interpelada por escritoras mujeres: Claire Vaye Watkins, Vivian Gornick, Valeria Luiselli, Alice Munro o Elena Ferrante. Sus libros son lugares de satisfacción garantizada”.
A la sazón, el universo de personajes, historias e ideas de En el futuro seremos un objeto retro proviene esencialmente de relatos orales. “Muchas veces empiezo a escribir a partir de una anécdota que me cuenta un amigo”, dice la autora.
Y sigue: “Yo crecí en Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires, y en esas ciudades se arman encuentros y cenas en mesas largas, en las que se cuentan anécdotas o se rememoran historias de personajes conocidos. Algo de eso hay en lo que escribo”.
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Entretanto, el libro se presentará en sociedad este viernes 28 de junio a las 18:00 hs en La Casa de la Lectura, en la Biblioteca Julio Cortázar (Lavalleja 924), con lecturas de la actriz Antonella Costa y con el periodista Maxi Legnani como host. Además, en agosto, acompañará al stand de la editorial Dábale Arroz en la #FED24.
“Creo que En el futuro seremos un objeto retro le puede interesar al lector que gusta de las historias que avanzan paso a paso, cuya construcción se va dando en base a detalles, modos de ser y donde lo importante no es el problema que el protagonista deberá atravesar, sino el mientras tanto. No son cuentos hechos con fórmulas perfectas”.